Aaaaaay señor... Que calooooooor!!!

Dicen que sarna con gusto no pica, pero la calor pica por mucho gusto que te de esto de la bici. Pues hoy nos hemos juntado 6 "sadochaladomanicos" para dar pedales, con la fresca, a eso de las 4 de la tarde y con un sol de justicia.

A veces me pregunto como no han pensado en utilizar las endorfinas estas para otras cosas, porque tiran de uno que es una barbaridad. Porque a cualquiera que le cuentes que: Plegas de trabajar a las 15:30 y sales a la carrera para el coche (que debe estar a unos 42º) para llegar a casa rápido; te vistes con un traje apretado, que ahora con la calor apetece que es un primor; llenas el bidón con agua fresquita, con la ilusión de que aguante sin entrar en ebullición antes de llegar al punto de partida; y a las 16 h. ya estas en la cotesua, esperando que aparezca algún compañero con la camisa de fuerza con bolsillos en la espalda. Preparamos el calvario sobre la marcha (me ha parecido oír que hacíamos esta ruta por la abundante sombra... je,je,je!!!) y al lio.

Y como con la calor apetece ir tranquilitos, pues ahí estaba el Gregorio para darnos matarile en cualquier repecho ya fuese puntuable o no.

En la foto se aprecian claramente las abundantes sombras que tanto frescor aportan... (en estos tramos se echaban a faltar los manguitos y la braga)

Y como con la calor y el ritmo durillo imperante no había bastante, nos hemos "picado" con unos Marmotteros de Viladecans que hemos encontrado a pie de Les Colines. Así que hemos subido casi todo a plato, ¿para que andarnos con tonterías?

Y viendo que la cosa aflojaba por momentos (hay que ver cuanta ironía se respira en el ambiente hoy...), el Toni me ha sugerido darnos a la fuga desde Castellet. ¿Y como decir que no a una sugerencia tan apetecible, más aún sabiendo que quedaban 13 km a full con los perros de presa acechando?

Menos mal que tras tanto sufrimiento, la paradita en el japo te quita todas las penas. Y con beber un par de cocacolas, un aquarius y unas claras, ya estas casi recuperado para poder empezar a hablar de la jornada con los colegas.

Aquí el Carles con la mirada perdida, seguramente preguntándose el porqué de esta necesidad de sufrir tanto que tiene el ciclista.

El Gregorio parece también preguntarse lo mismo (o quizás simplemente se pregunte como no ha podido pillar al gordito en su chatarrero...) Ja, ja, ja!!! Y el Alex más que preguntarse nada, es el fiel reflejo de como se queda uno tras una salida como la de hoy.