Salida secreta

No desvelaré los componentes del grupo, ni adjuntaré imágenes, ni detallaré demasiado el recorrido, ni la distancia total, ni la media... De hecho utilizaré seudónimos, para dirigirme a ellos durante la narración para mantener oculta su identidad y miraré de omitir el máximo número de detalles posibles para evitar dar pistas.  


Pongamos que uno de ellos será "El primer classificat local" y el otro le llamaremos "Espinete".

El día amaneció lluvioso y pocos podían imaginar que la jornada iba a ser prolífica en lo que al tema flacas se refiere. Un inesperado cambio meteorológico, abrió una ventana en la negrura y El primer classificat local se puso en contacto con Espinete para concretar una quedada espontánea que el segundo no dudó en aceptar. 

El objetivo no podía ser demasiado osado, por lo que Espinete decidiría el trayecto. Las herramientas eran las de siempre, como el inicio del recorrido y algunas partes del mismo. 

Un gran embalse acompañaba a los dos personajes de esta historia en los primeros compases de la jornada, mientras avanzaban sin prisa pero sin pausa comentando esto y aquello otro. Poco después, un castillo pequeño iba a dar paso a un cambio en el tipo de ruta y el vino iba a ser el próximo protagonista paisajístico (los perros, esta vez no). 

El primer classificat local no quería repetir el recorrido de la importante cita de días antes y esta era una genial alternativa para ambos. Por lo que Espinete no puso ninguna traba a evitar la montañita de turno y continuaron su camino entre charcos, algo de barro y... nada más, que perros no había.

Las nubes parecían mostrarse amenazantes en el horizonte, pero la cosa no fue a mayores y todo pudo proseguir con normalidad camino de Humedece. Tras cruzar la población, tocaba arrastrarse un poco por su desfiladero final.  Espinete decidió continuar agrandando su más que dudosa historia en este punto y El primer classificat local tiró de recursos para acabar superando el tramo sin mayor complicación. 

Desde aquí tomaron la carretera desértica, donde rodar y avanzar por ella, en ese remanso de paz, se ha convertido en algo tan extraño como placentero.  

El viento había sido fiel compañero de ambos un día más y sólo en contadas ocasiones se ponía de su parte (esto es algo digno de estudio, algún día profundizaremos en el tema). 

En la siguiente vifurcación, la vía rápida iba a ser la acertada elección. El dolor de articulación del tren inferior de El primer classificar local, iba a ser la salvación de Espinete que ya andaba justito de fuerzas a pesar de intentar ocultarlo en la medida de lo posible.

Superado este último tramo, el regreso al hogar parecía más cercano y, ciertamente, la tarde había sido muy provechosa. Pero como la cabra tira al monte, El primer classificat local no quiso perder la oportunidad de trenzanear un poco la ruta antes de llegar a casa. 

"Sé como un iceberg. Cuando la mayor parte de ti se encuentre hundida, siempre habrá una parte que salga a flote..."


Y esto es, en unas pocas palabras y unas muchas vueltas de tuerca, lo que he hecho esta tarde. Realmente este está siendo un año muuuuuuuuuuy extraño en muchos aspectos, pero no voy a darle más vueltas a las cosas. Miraremos al frente, disfrutaremos lo vivido sea lo que sea y sacaremos una sonrisa para joder al que nos quiere joder desde arriba. Como diría mi apreciado colega y camarada para cerrar... Salut!!!