Día 5 después de la M'10

Como si de un diario de a bordo se tratase, los días pasan pero la mente cicloturista sigue en otro lugar.
Vamos a ver, releyéndome ahora en frío y viendo los comentarios (que se agradecen de sobremanera) debe dar la impresión de que me encuentro muy decepcionado y bajo de moral por no haber acabado el gran reto del año. Y cierto es que se hace durillo, más aún viendo el nivelazo que tienen los compañeros de grupeta (por los cuales me alegro no sabéis cuanto...), pero más que bajo de moral es otra cuestión.
Lo que realmente me preocupa y no para de dar vueltas en mi cabeza no es realmente no haber acabado, sino el porque de esas sensaciones tan raras sobre la bici el día M. Porque de pájaras, con la cote, las he tenido y en abundancia. Pero jamás he tirado la toalla como esta vez. Muchas veces la cabeza me ha mandado parar, pero las piernas van a su rollo y se independizan. Y otras muchas veces que las piernas no van. Sale el maño que todo cicloturista lleva dentro, se enrosca uno la boina y "arreando p'arriba".
Y aquí la cuestión fue que la cabeza estaba completamente negada a hacer ningún tipo de esfuerzo y las piernas parecían ser las de alguien que no hubiese montado en bici en la vida. De hecho lo que más me ha dolido no ha sido no acabarla, sino la sensación, ya en frío, de no haberlo ni tan siquiera intentado.

Pero bueno, toca "resetear" y volver a disfrutar sobre la bici sin dar más vueltas al tema. Creo que no se debe olvidar nunca que somos "simples" cicloturistas y, almenos en mi caso, el único objetivo de acumular km no es otro que sentirme lo mejor posible con la gente de tanto nivel con la que suelo salir. Y para eso no hay mejor manera que volver a los sabadetes con la cote y echar unas risas, volver a rodar entre semana con los colegas de siempre y disfrutar del buen tiempo al máximo.