¿Donde está Willy?

Se ve que a esto de hoy se le llama hacer un Willy. Lo había oído varias veces, pero mira por donde no sabía yo que era... ¿Así que cascarse 115 km (pantano-Sta. Cristina-Alió-Tarragona-Vilanova) sin prisa, pero sin pausa es "hacer un Willy"? Pues manda cojones!!!

Yo ya no se si habrá sido la calor, si el hecho de salir sin comer o que el bestia del Toni este está como una moto y me ha ido torrando a fuego lento y no me he dado cuenta. Pero a medida que pasaban los km iba viendo volar globos, con cierta extrañeza. Y cuanto más avanzábamos, más y más globos que nos rodeaban. Y lo curioso es que al principio, con tantos colorines, se hacia hasta gracioso y ameno, pero a medida que avanzábamos la cosa se empezaba a hacer pesada.  

Luego ha ido a mayores y a medida que íbamos superando los "dos muretes" rumbo a Tarragona, el globo se hacia más grande y costaba de mover.

Tras llegar a Tarragona, unos cantos de sirena me anunciaban la llegada de un poco de la ansiada calma que necesitaba. Pero sólo eran eso, cantos de sirena... Así que, a seguir empujando el globo!!!

Más tarde, tras suplicar clemencia entre sollozos, el verdugo ha sido benevolente, me ha concedido un último deseo y hemos tirado por la costa. Y aquí, al asomarnos al mar ha sido cuando por fin le he visto. Realmente existe!!! Ya no habían globos, solo veía saltar entre las olas a Willys y más Willys por todos lados.  

Al final he llegado (no sin antes parar a hacer un refrigerio). Pero con un agotamiento... un dolor de cabeza... una manía al compañero de salida que parecía un conejo de Duracell... 

Pero bueno, la cuestión es ir acumulando km y sumando fondo en esta cuenta atrás que se hace interminable. Y esto, sumado a la salida secreta del Lunes con mi Espinete querido...