Grande Remences!!!

El mal trago de perderse la clásica de Andorra (un año más), parece que es menos mal trago acudiendo ese mismo día a la Terra de Remences. Me sorprendió en mi primera participación por la casi perfecta organización, recorrido, paisajes y demás... Y este año el nivel se ha mantenido tan alto como el anterior, con una mayor participación.

El sábado a las 16:30 salimos de Vilanova con un aire fortísimo y un cielo bastante nublado y la previsión meteorológica para el fin de semana era bastante incierta en general. Y ya llegando a St. Esteve el ambiente parecía más hostil aún, pero la tarde aguantó bastante bien.

 Tras recoger el dorsal, nos pusimos rumbo a Olot en busca del bungalow que estaba en la Vall de Bianya.

 Una vez ubicados en la casa de Pin y Pon, tocaba repartir las tareas domésticas y pronto salió a florecer el espíritu de Doña Paca con mocho en mano.

 La siguiente misión era establecerse, como si de piezas del Tetris se tratase, en un habitáculo de unos 16 m (siendo generoso) un total de 5 personas.

 El camping hace muy buena pinta, me lo agendaré para las escapaditas con la familia. Olot, La Fageda, la zona volcánica de la Garrtoxa, excursiones varias por alrededor... un entorno muy guapo.

La cena fue de las que hacen época, no por su calidad quizás, pero sí por su abundancia. Entre Toni, alias Carpanta, y sus secuaces, mantuvimos más de 50' de reloj a una camarera haciendo bocadillos a destajo. Y tras agotar las existencias de pan de barra del restaurante, seguimos con cadencia, sin bajar del umbral anaeróbico recomendado, con las torradas.

Ya con el estómago bastante satisfecho, nos pusimos a "disfrutar" con la exhibición sevillista. Mano a mano, uno para pasar las penas del momento y el otro disfrutando de lo lindo con su equipo, se cascaron una litrona entre pesho y esparda!!!

Tras el desayuno (más variado imposible), las visitas matutinas al escusado (casi obligatorias) y una vez completada  la misión de estacionar, ya estaba todo listo para pasar un bonito día de cicloturismo. 

 Tras explicarle al Sr. Carpanta (al loro al careto...) que aquello que se veía en el horizonte no era la llegada, sino la salida... Chupinazo al aire y rienda suelta a los toros bravos.

Como es de costumbre en las marchas, nada más salir perdimos: al ratoncito cotesuo, al que no volvimos a ver hasta Bracons y al Toni Vng, que hacia la marcha corta.

Intentaba recordar todos los consejos recibidos en todo este tiempo y el primero era: "salir más o menos rápido para pillar buenos grupos para el resto de la marcha". Y avanzar posiciones antes de llegar a Capsacosta, en lugar de salir relajados como hacíamos siempre, fue el primer gran cierto del día. Notamos enseguida la mejoría porque, una vez coronado, era fácil encontrar grupos de 20/40 o 60, con los que rodar muy rápido y con mucha comodidad por el llano, en lugar de ir con grupos más lentos o tener que tirar uno mismo como nos pasaba habitualmente. Especial mención al momento "Selenikazo", que tras saludarnos se puso a tirar como un demonio del grupo y acabó enfilando un pelotón de unas 100 personas, en las que se rodaba a 60/70 km/h sin excesivos esfuerzos.  

Al llegar a Ripoll perdimos de vista al "animalico", que seguía tirando con fuerza ya con algo de colaboración, y empezamos a regular el ritmo para afrontar la segunda ascensión del día. En esta subida, viendo que el Toni podía ir mucho más rápido, me empezó salir el lado pesimista y el coco empezaba a hacer de las suyas pensando cosas raras. ¿Y si hago la corta y dejo al Toni que pueda ir a su bola? ¿Y si hago que me caigo en Bracons mareado y veo como son los autocares de Remences? ¿Crees que habrá pizzeria en un pueblo tan pequeño como Puigpardines? Ja, ja, ja!!!

Por suerte, pronto me salvó otro consejo que me han dado varias veces y lo de pensar en otras cosas que tanta gente me decía, hacer algo de cachondeo con el compañero de fatigas y estas 4 fotos de los maravillosos paisajes, me libraron pronto de los nubarrones mentales de siempre.

El no tomar referencias de km en ningún momento, para controlar que llevo y que me queda para coronar, hizo que se me hiciesen mucho más cortos todos los puertos (exceptuando Bracons, claro está).

Tras disfrutar como un enano bajando Canes, a buscar la grupeta más richarachera del barrio y rumbo a Bracons. Justo en el desvío que separa el cielo del infierno, nos encontramos por delante al Sisco en un grupo que rodaba algo más lento que el nuestro y nos juntamos antes del calvario. Ya con el nubrarrón despejado del todo, ya se lo mira uno con otros ojos...

Pero aún así en Bracons no sólo necesita pensar positivo, aquí hay que olvidarse de todo completamente. Avanzando metro a metro, serpenteando como un reptil en las dunas de un desierto, buscando un respiro en un piñón menos bajando (aún más) la velocidad, buscando alguna pequeña sombra, fijando pequeños puntos delante tuyo... No se puede subir esto de otra manera, ni regular ni ostias!!!
Toni llegó por delante con un ritmo más constante que el mío y al rato fuimos llegando nosotros. Y mientras reponíamos fuerzas y víveres, llegó el Manuel Fernandez al que haciamos muy por delante. Y poco después llegó el Álex!!! Al que esperábamos menos aún... Así que, tras la enorme sorpresa de juntar una grupeta tan guapa a estas alturas, nos pusimos rumbo a Manlleu con otro pelotón muy interesante.

Tras salir de St. Pere de Torelló, dimos caza a un grupo donde encontramos al Antonio Atero. Y ya eramos 6 del mismo equipo!!! En Manlleu pasamos de largo el avituallamiento (muy a pesar del Álex, que le tiene especial afecto a este) y encaramos la penúltima piedra del camino hacia Can Bac. Las sensaciones eran bastante buenas, creo que lo de comer y beber se dió bastante bien, y empezamos a subir buscando un ritmo cómodo. Pronto empezó a a abrir hueco Manuel que encontró enseguida su ritmo y ya nos separamos todos un poco. Él por delante, Toni y yo a unos metros y Antonio, Álex y Sisco justo detrás.  Poco a poco fuimos recuperando terreno con el paso de los km y acabamos coronando los 3 juntos. Toni dijo de parar a beber algo y Manuel siguió, pero costó poco convencerme. No tenía muy claro si era buena idea lo de parar, pero en pocos km ya no tenía ninguna duda que de fue el error del día. Antonio nos avanzó en ese tiempo y al poco de empezar Condreu, en esa recta que recordaba perfectamente del año anterior, las piernas dijeron basta.
Una rampa en un isquio es dolorosa, pero en los dos a la vez lo es más!!!

Y si al conseguir sacar la cala, se te monta el cuadriceps ya... Ja, ja, ja!!! Ni los aficionados al atlético han sufrido así!!! Ja, ja, ja!!! La gente pasando como si de una rotonda se tratase y yo plantado sin poder moverme un mm. Entre estos me pasó el Álex, que debió ver el cielo abierto cuando me vió ahí inerte. Y al poco el Sisco, que iba avanzando bajo el manillar y si no le pego un grito me atropella literalmente!!!

Tras el par de minutillos de ejercer de boya, me subí de nuevo y, sin hacer nada de fuerza, para no vovler a caer intenté avanzar entre calambres, descargas eléctricas y un teléfono que se empezaba a cargar por arte de magia en el bolsillo trasero. Ya con el oremus perdido, primero se me aparecieron un par de ángeles montados en bici que me llevaban en volandas o eso me parecieó en ese momento... (gracias al gel, a las barritas energéticas y a la Santísima Trinidad, vuelvo a ser creyente!!!) Así di alcance de nuevo al Sisco y, tras coronar, me tiré a muerte a rumbo con un hombre que me decía que iba a no se que río en busca del oro!!! A mi también me sonó raro, no lo puedo negar, pero es que estaba extasiado y ya me daba igual juntarme con cualquier tarao!!! Ja, ja, ja!!! Y como última prueba de mis alucinaciones finales, recuerdo que el dije: "no te preocupes que yo te ayudo a buscar el oro y tiro de ti hasta abajo y luego por el llano...". Ja, ja, ja!!! Ya era el despiporre!!! El tío que me debió ver 10 minutos antes medio llorando, sin poder dar pedales, con más rampas que el libro de ruta del Gregorio... Y ahora le hablaba disfrazado de Sancho Cancellaranza recién salido de una piscina de sal, como si fuese su salvador.

El día fue genial, la temperatura agradable en la mayor parte del recorrido, no hizo casi nada de viento, las sensaciones fueron buenísimas durante toda la marcha (bueno, casi toda...) y el juntarnos tantas caras conocidas fue un puntazo. Ahora que el que más se lo curró fue el Toni, que se portó de 10. Me dejó marcar el ritmo en las subidas y eso me fue de lujo para no sobrecargarme demasiado con su ritmo más rápido. Al no controlar el tiempo (me olvidé de ponerlo a 0 de salida) y que sigo con lo de no mirar ni media, ni tiempo en las salidas no sabía como íbamos. Tenía la impresión de ir mucho más rápido que el año pasado, pero no sabía cuanto. Y cuando me dieron las rampas, estando parado miré el tiempo para hacerme una idea de como había ido y me pareció que iba a llegar al borde de las 6 horas, como creía que hicimos el año anterior... Pero al llegar me enteré que habíamos hecho el mismo minuto más o menos sí, pero con una hora menos!!! Y habíamos hecho 33 km/h de media al llegar a la corta!!! Resulta evidente que los consejos, bien aplicados, dan buenos resultados. Je, je, je!!!

Medio incrédulo con los resultados de unos y otros escuchados a la llegada, nos topamos con Xavi Tondo (hizo una hora menos que nosotros!!!) que muy amablemente posó con nosotros para el recuerdo.

 Y tras replegar velas, a contar batallitas hasta llegar a casa!!!