¿Despedida o reencuentro?

Mañana partimos hacia Sabiñánigo, con muchas ganas y con ese gusanillo en el estómago que aparece en las "grandes citas". Pero realmente esperaba mucho más de este día, porque durante un tiempo se convirtió en el colofón soñado para un duro trayecto que parecía tocar a su fin.
La cosa se acabó torciendo y todos los sueños se hicieron trizas en un abrir y cerrar de ojos. Será un día muy duro, pero creo que lo más duro no será el tiempo, ni los puertos, ni los km...
Me había imaginado muchas veces acabándola con él al lado, viéndole vencer la carrera más importante de su vida. Será duro, realmente duro, pero de ahí saldrán las fuerzas para no desfallecer en ningún momento.
Seguir adelante frente a todo inconveniente fue su lema y eso mismo será lo que hagamos en este día. El sábado habrá mucha gente y la carretera estará abarrotada, pero habrá un hueco muy grande en el pelotón y en nuestros corazones. No vamos a pedalear sólos nunca más...