La frase célebre

"Es mejor escribir para uno mismo y no encontrar público, que escribir para el público y no encontrarse uno mismo"

Cyril Conolly, escritor inglés.

domingo, 18 de diciembre de 2011

Operación La Múnia

Bajo un intenso temporal de viento, la cote fue ayer fiel a su cita anual con el "esmorzar de germanor" y se ha puesto rumbo a La Múnia con puntualidad.

La familia ya hace algún tiempo que creció de sobremanera y a día de hoy, casi que se nos queda algo pequeña la casa. Y como es normal, en una familia tan grande hay lugar para todo tipo de variedad de personajes...
Desde tiroleses navideños...

 Ángeles sobre ruedas, renos empollones...
 "Pavos y pavas"...
Papá Noel y su secretaria...
En la variedad está el gusto, no discutiremos si el bueno o el malo... Pero es ahí donde más se encuentra, en la variedad. Y aquí en la cote hay mucha variedad de todo.    
La ruta hasta el almuerzo estuvo tranquila y distendida, aunque el fuerte viento pudo provocar alguna desgracia. Todo quedó en una anécdota más y pudimos completar la jornada festiva sin problemas.

A la llegada al restaurante, no faltó el homenaje a todo un grande del fútbol mundial... ¿No llevaba el 8 ese año el gran Steve Gregor Mcmanaman?
El Roncero de Vilanova tiró de casta y se inmoló de esta guisa en el almuerzo. Eso sí, lo que pierde en el campo su equipo lo gana él en el futbolín... Vaya máquina!!!
El primo de Austin Powers sacó su faceta más sensual y, de in fraganti, conseguimos este robado al más puro estilo Ana Obregón.
Tener un maillot del mejor club del mundo (desde hoy no es una opinión con sentido común, sino que además se puede decir como una afirmación oficial) es algo que llena de orgullo a todos.
Força Barça!!!  
Tirolésman, se mostró con su desparpajo habitual y nos deleito con su compañía. L'esmorzar de germanor es un sitio idóneo, donde este tipo de especies se desenvuelven como en su hábitat natural...

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Nosotros sí. Los tenemos Todos.



De vuelta, el viento arreció un poco y el tiempo resultó mucho más apacible.
La cosa invitaba a la relajación, al cachondeo y al ritmo cochinero, pero como es de rigor...
La cosa se acabó enfilando un poco y nos dimos un último apretón hasta el chatarrero.

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