Sociedad insostenible

Se nos propone apretarnos el cinturón, hay que pagar los platos rotos señores. Los ricos roban y gastan nuestro dinero, mientras se encargan de perseguirnos a nosotros como si de delincuentes se tratase.

Se nos rodea de salarios tan bajos como congelados, de subidas de impuestos, se nos atiborra de minas alrededor en forma de precios abusivos, se recortan nuestros derechos de forma generalizada y se nos receta un bote de resignación de 1 mg en pastillas para sobrellevar los males (a 1 € la receta, eso sí).

Pero entre tanto desatino, en lugar de desánimo, a mi me aparece la esperanza de que quizás estemos en el camino correcto. Quizás la única manera de que la gente abra los ojos y pase a la acción, sea sacándoselos de las cuencas a base de apretar la soga alrededor de su cuello lentamente.

Desde que nacemos, se nos crean unas necesidades que hacen que nuestra mente se reduzca y se centre de sobremanera en cubrirlas sea como sea. Sigo encabezonado en pensar que nosotros somos los únicos que realmente tenemos el mando. Sigo pensando que la única manera de vivir aquí, es "morir" por completo y volver a nacer bien alejados de todo esto. No queda otra, esto está pasando a unos límites completamente insostenibles.

El banco no es nada sin nuestro dinero y nuestro trabajo, el banco debería ser sólo considerado como una hucha grande donde dejarlo guardado sin más y con eso debería bastar.
El gobierno no es más que un asalariado nuestro, al que contratamos y pagamos para hacer lo posible por cubrir nuestras necesidades de la mejor manera posible (las reales, nada de milongas raras). Pero en el camino de conseguir algo tan sencillo y lógico como esto, se ha girado la tortilla y el mundo está completamente del revés.

Ahora el que guarda nuestro dinero, resulta que ha pensado que es mejor quedárselo. No contento con esto, ha pensado en que para poder darle nuestro dinero tendremos que pagarle. Después ha pensado que como es suyo, quizás sea bueno gastárselo en conseguir más. Y en estas está, sí...

Mientras tanto, aquel que contratamos para hacer un trabajo ya no cumple con su cometido. Ahora llega todos los días tarde, se ha vuelto en nuestra contra y encima no para de pedir aumentos de sueldo.

Llámame simple, pero yo lo veo claro...
A tomar por culo los bancos y los gobiernos. Mañana mismo despido a mi diestro asalariado y rompo la hucha!!!